En el extremo sur del departamento del Amazonas, ocupando gran parte del trapecio amazónico, está el Parque Nacional Natural Amacayacu.
Amacayacu ofrece al visitante un espacio de recreación, esparcimiento y conocimiento no sólo de la belleza y diversidad de la selva, sino de su gente y la cultura de los grupos humanos que habitan allí.
El Parque cuenta con un Centro de Visitantes con capacidad para 45 personas (17 literas y 28 hamacas) distribuidos en tres módulos habitacionales múltiples. Se trata de evocar la manera como viven los grupos indígenas; Cuenta también con sala de conferencias y audiovisuales, tienda de artesanías, cafetería y restaurante.
Amacayacu ofrece al visitante un espacio de recreación, esparcimiento y conocimiento no sólo de la belleza y diversidad de la selva, sino de su gente y la cultura de los grupos humanos que habitan allí.
El Parque cuenta con un Centro de Visitantes con capacidad para 45 personas (17 literas y 28 hamacas) distribuidos en tres módulos habitacionales múltiples. Se trata de evocar la manera como viven los grupos indígenas; Cuenta también con sala de conferencias y audiovisuales, tienda de artesanías, cafetería y restaurante.
El turismo en Amacayacu gira en torno de la concepción que tienen los Tikuna de la naturaleza. El “sendero de la selva” es el circuito ecoturístico del parque nacional natural Amacayacu. Siguiendo diferentes rutas entre el bosque y bajo la guía de indígenas, el turista se va adentrando en una nueva cultura, una manera distinta de ver la naturaleza. Conceptos como la alianza del hombre con el medio, la sabiduría para conocer el bosque, la voluntad para emprender caminos, el respeto por todas las formas de vida y el equilibrio de una selva siempre igual y siempre cambiante, buscan tocar las fibras más sensibles del visitante y devolverlo a su cotidianidad con una nueva forma de entender la vida.
Luego, varias actividades esperan por la gente. El avisoramiento de aves y animales desde plataformas diseñadas para ello, jornadas de pesca en la Isla de Mocagua, la vista del bosque desde el puente colgante a treinta metros sobre el suelo en las copas de los árboles, talleres de artesanía con los indígenas; cada una deja una experiencia totalmente nueva para aprovechar.
Hacer la caminata de 3 horas en medio del bosque hasta llegar a la comunidad de San Martín de Amacayacu, es una de las experiencias más reconfortantes. El bosque abruma al visitante. Cada paso avanza hacia lo desconocido, miles de ojos nos observan y no es fácil encontrarlos, pero si hacemos silencio y nos entregamos al bosque, pronto el concierto de la vida dejará brotar sus notas en la más maravillosa sinfonía de la que seremos testigos.
Horario: Ingreso al Parque de 7 :00 a 18 :00 hrs. El alojamiento estará disponible a las 15 :00 horas y debe ser entregado a las 12 :00 horas del día de salida
Hacer la caminata de 3 horas en medio del bosque hasta llegar a la comunidad de San Martín de Amacayacu, es una de las experiencias más reconfortantes. El bosque abruma al visitante. Cada paso avanza hacia lo desconocido, miles de ojos nos observan y no es fácil encontrarlos, pero si hacemos silencio y nos entregamos al bosque, pronto el concierto de la vida dejará brotar sus notas en la más maravillosa sinfonía de la que seremos testigos.
Horario: Ingreso al Parque de 7 :00 a 18 :00 hrs. El alojamiento estará disponible a las 15 :00 horas y debe ser entregado a las 12 :00 horas del día de salida
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